Formación de suelos


La roca, al ser meteorizada, queda alterada en el mismo lugar donde afloró en la superficie terrestre. Se va formando por este proceso un manto homogéneo y rico en nutrientes, por lo que es colonizado rápidamente por seres vivos, como plantas o las lombrices de la imagen. La acción de estos seres transforma este manto homogéneo apareciendo zonas diferenciadas llamadas horizontes.
Suelo, geológicamente hablando, es la capa más superficial, móvil y suelta de la corteza terrestre, resultado de la meteorización y de la acción de los seres vivos. La ciencia que estudia los suelos se llama Edafología.




La formación de un suelo depende de factores tan diversos como son:
La roca madre
Es la roca que genera el suelo. Cuanto más dura sea esta roca, más tardará en meteorizarse y transformarse en suelo.
El clima
En climas húmedos las rocas se meteorizan antes debido a la acción del agua. Esto permitirá que se forme mejor que en un clima seco.
El relieve
Cuando el relieve es suave los productos de la meteorización quedan donde se encontraba la roca madre, generando un suelo. Si el relieve es abrupto los fragmentos de roca meteorizada son arrastrados rápidamente hacia otros lugares. Por eso en estas zonas es más difícil que se forme un suelo con todos los horizontes, es decir, un suelo evolucionado.


El papel del suelo

El suelo es un factor medioambiental muy importante para los organismos terrestres. La mayoría de las plantas viven en el suelo, de donde obtienen agua y sales minerales que necesitan para elaborar materia orgánica.

El suelo constituye, además, la superficie por donde se desplazan los animales terrestres y excavan sus guaridas; el hogar de los descomponedores, y por lo tanto, donde se realizan total o parcialmente los ciclos de elementos o ciclos biogeoquímicos.
La formación del suelo

La formación del suelo es el proceso simultáneo al del desenvolvimiento de una sucesión primaria. Comienza con procesos físicos  de fragmentación relacionados con la meteorización de la roca  inicial o roca madre.

La meteorización puede ser:
o   Física o mecánica: por fragmentación de la roca madre, por procesos físicos como las variaciones de temperatura.
o   Química: por reacciones  químicas de los minerales iniciales como en el caso del feldespato del granito que se convierte en arcilla.
o   Biológica: por la transformación de los restos vegetales en materia orgánica descompuesta, que origina la capa de humus. Este proceso lo realizan los organismos descomponedores: bacterias y hongos.

Los primeros organismos capaces de vivir sobre una roca poco o nada alterada son los líquenes. Estos organismos contribuyen a la meteorización de la roca debido  al dióxido de carbono que desprende que, mezclado con el agua, forman ácido carbónico que ataca a las rocas.
Los restos orgánicos de los líquenes se mezclan con partículas minerales y comienzan a formar suelo fértil.

A medida que la alteración de las rocas progresa, vegetales cada vez más complejos, como los mofos, los helechos y otras plantas crecen.
Sus restos contribuyen en su mayoría  a la materia orgánica a formar una capa cada vez mayor de humus.

Cuando esta capa desaparece, bien por causas  naturales o provocadas, el suelo se erosiona muy rápidamente  y pierde las calidades que le permiten el desenvolvimiento de la vegetación.

Proceso de formación del suelo

Los componentes del suelo


En los suelos existen dos tipos de componentes, los componentes bióticos, los seres vivos, y los componentes sólidos del suelo, que representan el 50% de su volumen, se encuentra en partículas minerales y el humus.

Partículas Minerales:
Según su tamaño, se dividen en arenas, limos y argilas. Proceden de la descomposición de las rocas por agentes geológicos y químicos.

Humus:
Es una materia de color escura, formada por la mezcla de restos de seres vivos y partículas minerales. El humus contribuye a formar una especie de "cubierta" alrededor de las partículas de arena que ayuda a que esta se adhiera a las argilas y a otras partículas minerales.

El otro 50% del suelo lo forman los poros, ocupados por aire y agua en proporciones similares.

Perfil de un perfil


Se denomina perfil del suelo al corte transversal de un suelo en el que aparecen una serie de capas, llamadas horizontes. El número de horizontes y su grosor depende del grado de desenvolvimiento o madurez del suelo.

Un suelo maduro posee varias capas o horizontes:

Horizonte A o capa superficial, es de color oscuro y en ella se asientan los seres vivos, cuyos restos contribuyen a que se forme el humus.

En el interior del horizonte A es pobre en sales minerales ya que el agua que los arrastra hacia los niveles inferiores. Este proceso de lavado se denomina ligivación. Debido a eso, las raíces de las plantas  crecen hacia el interior, para buscar sales minerales y nutrientes.

Horizonte B, o de acumulación, es la capa situada a continuación. En ella se acumulan iones y sales minerales procedientes del horizonte A, arrastrados por el agua. Su color varía en función de la cantidad de humus, que le proporciona un color oscuro, y de las sales minerales que acumulan, que la aclaran debido a la presencia de carbonato cálcico o arrojada que contiene óxidos de hierro.

Horizonte C es la zona de contacto con la roca madre, que son los materiales sobre donde se desenvuelve el suelo.

Bibliografía
Recuperado de:
http://usuarios.geofisica.unam.mx/cecilia/cursos/34c-Suelos%20y%20edafizacion.pdf http://servicios.educarm.es/templates/portal/ficheros/websDinamicas/20/suelos_tema_1.pdf

Videos recomendados:




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Geología. Períodos y eras geológica

Sistemas del cuerpo humano y sus funciones

La luna y su influencia en los seres vivo